lunes, 28 de octubre de 2013

LO QUE SOMOS

Somos aquello que adoramos, aquello que besamos,
lo que sentimos, lo que odiamos, lo que jodemos.
Somos lo que sin querer -queriendo- decidimos.
Cada vez funciona más eso del puto destino.

Vivimos anclados en una sociedad alérgica a los retos
cansados de llorar por cualquier cosa, hasta la cebolla está mal vista.
Cansados de la palabra resistir, incluso de la palabra luchar.
Educados para el momento adecuado, para lo de fuera,
para obligarnos a no tener nada dentro -ni pensar en tenerlo-
educados para que nos guste eso de no decidir.

Somos el sábado por la noche, la borrachera abierta de piernas,
el día con resaca, no pensar nada, no saber nada, mirarte al ombligo.
Somos esa masa que aprovecha su tiempo para dormir
dormir, dormir y dormir, sin pensar siquiera en soñar.

Masa vistosa de luces y móviles, de armarios llenos,
esa masa que no se cree masa por llevar gafas de pasta
esa masa que no se cree masa que actúa como una masa,
y folla, como una masa.

Somos eso que todos creemos no ser 
eso que nos mata por dentro cuando vemos que lo somos 
creyendo que el de al lado es mejor porque no parece serlo.
Eso que nos pasamos el día entero intentando no ser.
Y es que la personalidad cuesta y nunca hemos querido consecuencias.

Aun nos queda el instinto por cambiar, la vena animal,
las neuronas no atrofiadas con programas de la Mtv,
las historias que no hablan de quererse porque sí.
Nos queda el arte y la obligada libertad.
Nos queda la cultura y la vida tras la frontera.
Ese trocito de nosotros que viene de serie.
Solo hay que decidir tener ganas de decidir.

martes, 22 de octubre de 2013

CUANDO LA POESIA NO FLUYE

Hay días que por mucho que lo intento la poesía no fluye
esos días que casualmente estoy más feliz de lo normal,
no me cruzo contigo, le da al mundo por hacer algo bien.
Tengo dentro ese gusto por todo que me silencia la poesía.

Te parecerá raro, pero el mayor enemigo de la poesía es la felicidad
no esa felicidad instantánea, orgásmica, que despierta el arte,
sino esa felicidad conformista que te apaga el yo artista
ese artificio que te evita el dolor de toda ende.
Esa anestesia gloriosa que me hace sonreír cuando tengo que verte.

Cuando la poesía no fluye es imposible hacerla fluir,
es una energía que solo nace cuando el dolor te quema,
cuando me miras bien adentro, cuando te veo con otro.
Cuando las injusticias de este puto mundo te vacían el corazón
y llega, al rescate del muerto, la nombrada poesía.
Es el llanto del dañado, el rugido del enfadado, el grito del marginado
la lucha del indignado, la reacción a la vida que todos odiamos.

Tan frágil es esta energía que se cultiva en los peores cenagales,
mientras un borracho se toma la copa que todos le prohiben,
mientras el soñador se deja la cabeza en esa loca de minifalda roja
que tiene por pecho la maldad y por labios la cura a sus problemas.
Es tan fuerte que no hay remedio que supere la poesía.
Ni siquiera la muerte.

Es tan bonita la poesía que cuando quieras que fluya, fluirá
solo tendrás que dejarte de felicidades tontas de hacer por no verte
de no mirarte al espejo de creer en eso que llaman vivir el momento.
Cuando la poesía no fluye, lo mejor es hacerte fuerte,
querer ver el mundo como es, comerte la vida por los pies
salir mientras llueve a buscarte, robarte un beso, quererte a boca perro
hacerme daño, hacer que la vida merezca la pena.

domingo, 13 de octubre de 2013

PEDAZOS

Cuantas veces fui a tu encuentro y no apareciste
ni a la hora del té, ni a la de la última copa.
Cuantas veces me hice el valiente y me puse a bailar,
agarrado -a poder ser- que el alcohol no da para mas.
Cuantas veces me dio por intentar amarte desnudo
cuando solo -y se te veía en la cara- querías follar.

Me vuelvo a sentir idiota, apaleado,
como siendo el único al que le queda moral para buscarte,
como siendo el perfecto gilipollas al que poder besar.
Me vuelvo a sentir extraño cuando pido solo una cerveza
sin acompañar ni con altramuces, no tengo con quien conversar.
Me vuelvo a dar cuenta de que te extraño
y de lo puta que es la vida por no decírmelo hasta ahora.

Y empiezo a reinventar mi vida -como siempre-
a reinventar mis ganas de ti, mis recuerdos de ti
mientras bebo cerveza, fumo hash y escucho a miles.
A reinventar como nací en un hospital de Madrid,
para no perder turno y poder volver a llamarme Guillermo Cid.
Aunque me reinvente, no he dicho que te quiera olvidar.
Que por duro que sea tu marcha, mañana será otro día
y seguro que volveré a caer en un tiempo 
y me volveré a preguntar.
Cuantas veces me vuelvo a reinventar

lunes, 7 de octubre de 2013

NUEVO ENFOQUE

Y te decidí escribir desde lejos con otro enfoque
que aquí fuera llueve, y no me da por salir corriendo,
aunque cuidado que ya me he acostumbrado a vivir mojado
y aunque llueve, ya me compré unas botas, no me olvides demasiado.

Me comprometí a escribir(te) todas las mañanas
que las noches no me funcionaron, ni para enamorar(te)
y aquí las noches son las más románticas de mi historia.
Decidí que no me dejaría chantajear por la nocturnidad

Y ahora mientras te escribo y llueve fuera, mientras me hago a la rutina
abro el balcón para que la habitación no huela a mi y te redacto las palabras.
Ya no me sale igual la imaginación, con este poco pelo se me escapa por la frente,
y ahora mientras te escribo me doy cuenta que este lugar es más sin ti, que contigo,
que esta Bracara Augusta me gusta más porque no estas, porque no esta contaminada 
ni mi cama.

Te podría hablar de mi cuarto gigante, casi virgen,
de mi piso lleno más de eco que de amor, 
que ni los pasajeros por aquí paran. 
Te podría hablar del libro de Ángel González de mi mesilla
esa que comparte con Leonard Cohen, José Saramago y una caja de condones sin abrir.
Pero eso sería hablarte de mi y darte pistas y aquí no vine a eso.

Prefiero hablarte de Madrid y de lo que me echas de menos cuando no me escuchas reír,
prefiero sentirme algo más importante en tu escalafón, 
y hablarte de los tíos que metes en tu cama para intentar paliar tu dura soledad
y hablarte de que la oportunidad quizá en un año pueda estar 
y que te toca esperar y que te toca que me toque ganar 
y tenga el derecho a decirte cuando toca que te toque tocar(me)
que te des cuenta que querer, es eso que no se ve cuando lo tienes 
y que te mata cuando no esta.

Prefiero que te alegres cuando te pregunte que tal te trata la vida, que tal te trata Madrid,
prefiero que cuando pases por La Latina y pidas una Mahou helada algo te toque muy adentro
y digas de una vez por todas,
Que puta razón tenía el cabronazo este.