REFLEJOS

Que difícil es mirarse el reflejo
con comisuras manchadas de un rojo
que ve que su sello ya se fue
y que el olor de su color ya no está.

Que complicado es ver profundidad
en unos ojos sin principio ni final,
que piden cerrarse y nada más.

La Luna se fue taconeando por soleares
y tu, más desnudo que el filo de un cuchillo,
te ves bailando tangos agarrado a la soledad

Que duro puede ser mirarse y no sentirse
cuando sabes que estás
pero no tienes claro si eres.
Cuando piensas en que puedes romperte
pues ya no hay nada que te haga rebotar
y una lagrima sangrienta de corazón late tus mejillas

Que pasaría cuando el sufrimiento te oprimió
cual de las dulces flamencas no te dio
bastante amor
cual de las luchadoras de banda blanca no supo
enseñarte a amar.
 
Quizá no sea eso lo que del reflejo te aterra
sino el ver al flamenco con su pareja,
al luchador con su compañera
y a ti, indefinido, reflejando una sombra
que ya ni quiere ni puede acompañar
al tibio lucero que se marchita sin chispa ni gas.

PINCELADAS

Si hablamos a dentadas
yo me pongo a correr y a olvidar
hablando de romper bocas 
me pongo a sonreír y a yantar.

El relentín del pesado mundo
se transforma en rocío en mi luna, 
tu lunar en terso pecho estrellado.
Las pinceladas de sabores digestivos
me caldean el estomago y te vuelvo a probar.

Si adoleces a voces con trasnochados broches,
saca del contenedor tu mirada y destroza tacones,
Saca la casta, el tupe y la raya y arrasa, 
gana, a pasos de piropo, la luz del sereno.

Tu que pides besos largos 
a labios pintados,
busca comisuras limpias y pide caricias de verdad.
Tu que amaste caídos gorriones, 
levanta el vuelo de sincera golondrina, 
di adiós a tus marchitados balcones.

QUE BUENO QUE NO SEA POR MI

Que bueno que no sea por mi 
el que seas tan feliz

Me alegra verte entre otras piernas
que te sujetan de verdad.
Encontrarte radiante en brazos fuertes
que entre palabras no se pierden.
El pensar que no tienes malas despedidas.

No hace mucho de tus besos otoñales,
ni de nuestras conversaciones ciegas,
cuando tu me abrías el corazón y yo me ocultaba.
Y es ahora cuando de verdad te veo feliz
y me encanta que no sea gracias a mi.

Te auguro un mundo tan genial que te lo mereces,
y espero, sinceramente, que se cumplan tus lindos sueños
esos que yo ni pensé en realizar.
Lo conseguirás porque siempre cumples tus metas.

Eres una esperanza a mi futuro, una apuesta segura
y te lo agradezco, con un adiós y ni una palabra más
de las que desees de mis labios.
Siempre me acordaré de ti, lo haré a mi manera
-como siempre-
Tu hazlo a la tuya, se que lo harás más que bien.

Que no te roben la sonrisa estas guapísima con ella.