miércoles, 28 de agosto de 2013

CUANDO NO ME DABAN MIEDO LAS PELIS DE AMOR

Algo pasaba entre nosotros que poco a poco se me olvida.
Algo me pasaba por la cabeza en esa intensa temporada,
cuando no me daban miedo las pelis de amor.

Algo se me escurría entre los dedos,
era el momento en que mejor poesía me salía,
y no como ahora, que no me riman los sonetos.
Cuando aun la soledad me aterraba.

Olores y sabores, sentimientos que tenía,
que me llenaban de esperanza la guitarra,
de música la vida, de ti las entrañas.
Cuando no temblaba por cada historia de amor que escuchaba.

Hubo un momento en tu vida en el que yo valía,
en el que no importaba mi torpeza en el amor,
ni mi misteriosa doble vida.
Cuando solo importaba las letras y tu sonrisa.

En esos momentos, cuando la cuerda no se partía
y equilibrábamos el número sin vértigo al caer,
cantábamos al anochecer y nos cerraban los bares.
Cuando no me refugiaba en la luz del móvil y las flores marchitas.

Teníamos en el habla el pan de cada día,
y en la mirada la solución a la deriva,
luchamos a muerte por cada esquina.
Cuando el dinero no me cambiaba la perspectiva.

Mi mente era despierta como la gata de tu vecina,
me retaba al caer cada noche,
para ganarle al minuto tus besos. 
Cuando aun me importaba perder la madrugada en la solitaria bebida

Había algo entre nosotros que se marcho con el tiempo,
algo que ni tu ni yo sabemos, 
una magia, de las de verdad, acoplada al cuerpo.
Cuando siempre te quería.

jueves, 15 de agosto de 2013

LA VERTICAL

Tenía una sueño en el que cantábamos, juntos,
La Fuga, sin importar mucho sus letras,
mientras, bebíamos cerveza a cada palabra que dudábamos
pero yo no cumplía y me quedaba pensando en la "verticalidad"
en la maltrecha, frágil y olvidada "verticalidad".

Es costumbre en mi cama que los sueños que acaban
acaben mal, los que van bien se me cortan a la mitad.
Por eso me gustó lo de poder soñar despierto
ahí elijo yo cuando se acaba el sueño
aunque suelo perder más.

Este acababa fatal para variar, con el tercio medio vacío,
la mirada caída mirando un sucedáneo de suelo adoquinado,
música de discoteca y su extraña sensación de soledad.
Y claro como era un sueño, entrecortado, demasiado rápido.

Después de dejarte marchar por enésima vez
se me quedó de compañera mental la "verticalidad"
jodida, rota y desquebrajada la dichosa "verticalidad",
como la columna dórica de Frida Khalo
como los cimientos de esta podrida sociedad.

Se quedó a hacerme compañia la verticalidad y
el recuerdo de tu golpe mortal de necesidad.
Ese golpe que había dolido igual o más que tus besos
que me dejó a botellín y medio de dormir en la acera.
Suerte que sin ti me da vergüenza seguir bebiendo.
Me tocó lidiar con hibuprofeno, versos y mucho sueño.

Debió ser duro todo para volverte a soñar,
tanto que no se seguro si estaba durmiendo
pasó tan rápido y alcoholizado que
por más que lo intentó ni yo me lo explico
ni tu dejas de tenerme miedo.


lunes, 12 de agosto de 2013

UNA HORA ES MUCHO TIEMPO

Nos convertimos en hueco,
en un mundo caduco que no sabe ser libre
que pide a gritos una correa al cuello
una sociedad orgullosa de no tener orgullo.

Defender tus derechos es antisistema, 

mentir como base moral
El tener personalidad tonta rareza,
el ser igual belleza neumática.

¿Desde cuando la perfección fue la meta?

¿Desde cuando el ser perfecto fue sinónimo de libertad?

Tenemos paz y magnificamos la guerra

el individualismo, una norma ética
pero nos aterra la sincera soledad.
La idea ya no es lógica, 
solo es una molesta condición.

Lo superficial vale más que lo interior

la moda, es base del pensamiento universal.
Marchar contra lo establecido es de extremistas
el deber fue sustituido por un encarcelado querer.

Un mundo en el que una hora es mucho tiempo y

treinta segundos el momento justo-
¡Que pena!