lunes, 20 de octubre de 2014

VOLVEREMOS

Volveremos a vernos, quizá más viejos,
o a lo mejor nos veamos disfrazados.
Nos saludaremos con vergüenza, palpitando,
porque no hay reencuentro que no sea nuevo.

Volveremos a encontrarnos, quizá sin quererlo,
y me reconocerás, como siempre lo has hecho,
tienes un octavo sentido para eso.
Me observarás y estarás preciosa, sin poder remediarlo,
mientras dejo una mirada muerta rendida a ti
y a tu forma de subir cada peldaño de las escaleras del metro.

Me volverás a robar un beso con el guante de tus labios
porque seguiré sin saber dártelos, aunque siga fingiendo.
Tengo muy claro que tarde o temprano lo harás
porque ya nos hemos cansado de los pasados.

Volveremos, y eso es lo más importante,
porque como volverás, no te echaré de menos,
ni a ti ni a todo lo que conlleva eso,
ni a la poesía que inspiras cuando paseas.

Y volveremos a decirnos adiós de nuevo,
y hasta con eso estaré contento, satisfecho,
siempre me ha encantado dejarte libre,
mientras aguanto a palmos el tacto de tu olor
y decido que quiero volver a pensar en volveremos.

lunes, 9 de junio de 2014

NO TENGAS MIEDO A LOS FINALES

Que la vida es una putada lo sabe hasta el apuntador,
que nuestro papel se acaba cuando baja el telón, eso es relativo.
Una cosa es que nosotros no podamos decidir el colofón
y otra es que no podamos seguir cantando en otro escenario.
No tengas miedo a los finales, corazón, que son solo eso, finales.

No, no lo hagas, no se lo permitas a nadie,
no aceptes que alguien te obligue a acabar algo.
En este mundo de la libertad encadenada,
tenemos que luchar por nuestra dignidad hasta en los finales.
Tenemos el derecho, y el deber, de decidir cuando y como pasamos página.

Donde se mueren los castillos de arena,
donde dejaron de vivir hace tiempo los moderados,
ahí nos quedaremos bailando, hasta que el sol nos obligue a claudicar.
Pero que no nos digan que no hemos querido destrozar el calzado
que no haya dios que nos pueda echar en cara que no nos hemos comido el alma.

Se que pensarás que en que maldito momento te pusiste a soñar,
que que bruja idiota te vendió este paraíso sin mencionar el final,
quizá ahora no haya forma de que dejes de llorar.
Pero en unos días lo entenderás, verás que hemos combatido el tiempo
estarás orgullosa de esta dura batalla, y notarás que has ganado.
Porque habrás olvidado palabras como distancia o adiós,
heridas de perdedores.
El miedo a la soledad,, a las cosas difíciles, es solo un fantasma,
para quien siempre ha tenido miedo a volar.

Y, entre tanto, yo te seguiré mirando desde cerca, como siempre he hecho,
te seguiré ojeando, tramo a tramo, como cada mañana en tu cama.
Aunque ahora lo haré a unos pasos, pensando, con los ojos cerrados.
-joder que privilegio poder soñar con algo que he tenido con los ojos abiertos.-
Sonreiré mientras te duermo, ahí está la prueba de si has querido algo,
que cuando no está lo sigues soñando.

Permíteme señorita que crea más en los sueños que en las pesadillas,
que crea que vale más un corazón que 30 litros de gasolina.
Déjame que, a pesar de todo, piense que vales la pena,
que vale la pena dedicarte 600 kilómetros más que al resto.
Acepta que te regale unas rosas con más carreteras que paseos.
Date la oportunidad de creer que esto solo es un momento
permiteté no tener miedo a los finales.

lunes, 19 de mayo de 2014

NO TE PREOCUPES POESÍA

Se que llevó unos días algo distante
te dejo, de lado, como si te hubiese olvidado.
En este frenético momento en el que vivo,
cuando nadie es capaz de besar lo besado,
la gente se ha dado cuenta que el tiempo se ha largado.
Pero tranquila, señorita, de ti nunca me canso.

No tienes por qué preocuparte, se que no te toco tanto,
pero sabes de sobra lo que me pasa y en el fondo me entiendes,
hace tanto que tu y yo nos conocemos.
Sabes que es un periodo algo raro, extraño,
tu te has puesto preciosa, porque claro, estas de moda,
y yo, digamos, estoy cambiando, para mejor, espero.
Cuanto tiempo nos habremos amado soñando con esto.

Ahora entonces, me tienes aquí, como siempre,
para volver a sentirte, si te apetece,
para dedicarte como antaño las esquinas de los barrios
estoy contigo, a tu lado, porque quiero que estés conmigo.
No te voy a dejar, ahora que estas brillante,
más joven que nunca, estás impresionante vagando por los bares,
haciendo sonreír a todas esas diosas a las que escribíamos.
Quién nos iba a decir que ibas a acabar así, siendo famosa.

Como te decía, ahora te necesito más que nunca
pero te necesito diferente, por eso tardo en tocarte tanto.
Antes necesitaba una poesía muy distinta a la de ahora,
ya me conoces, ahora hablamos de otra cosa.
Solo espero que pueda contar contigo para esto
que no me dejes por celos, o por poca atención,
o porque pienses que te he dejado de querer,
ni lo sueñes,
incluso te estoy buscando amantes.

Desde hace tanto nos conocemos, que eres mi todo,
eso que necesito a diario aunque no lo exprese,
eso que parece que olvido al tenerlo tanto,
eso que amo por el mero hecho de amar amarlo.

Yo seguiré estando igual de poeta que siempre
intentando siempre mejorarlo.
Así que preciosidad, vestida de versos y estrofas,
no te preocupes, poesía.

lunes, 28 de abril de 2014

TENER CAFÉ PARA INVITARTE A UN POCO DE TIEMPO

Si pudiera lo haría, puedes tenerlo claro,
si tuviera un poco, unas raciones, 
una nevera llena de tiempo,
te lo dedicaría a ti, sin dudarlo.
Sacaríamos un poco de café del malo, si hace falta,
y gozaríamos del tiempo a segundos largos.

La vida nos hace mortales desde la linea de salida,
una carrera con minutado de sentencia en cada vuelta, 
para que lo tengas en cuenta en la siguiente,
siempre se puede mejorar a cada curva.
Si te das cuenta el tiempo es la metáfora vital
es poder contar lo más valioso que se nos da al nacer,
contar los momentos vitales que nos quedan por delante.

Seguiríamos, entonces, con el café aguado,
mientras dices, siempre tan educada,
que el café esta delicioso pero que prefieres un té,
yo vuelvo a la nevera y busco si me quedan más minutos
de esos cortados finitos, que no se notan al paladear
pero se disfrutan en el estomago.

Qué sería de nosotros si alguien no hubiese descubierto el tiempo,
no podríamos contarnos a la hora de querernos 
ni a la de odiarnos,
ni podríamos analizar cada segundo que hemos pasado disfrutando
o sufriendo sin parar. 
No podríamos ponerlo todo en la balanza de los años.
Quién nos iba a decir que el tiempo nos perseguiría sin descanso.

Cuando el café y el té se terminaran, intentaríamos seguir charlando,
entre risas, y alguna caricia, querríamos sacar la vida a debate
y, mientras nos miramos, tener el amor suficiente 
para superar lo de separarnos.
Continuar sin mirar un reloj que nos obliga más que los labios.

Si uno echa la vista atrás, después de tantos momentos pasados,
se da cuenta que lo que echa a la memoria es tiempo, 
remolques de tiempo,
que uno va rociando por los recuerdos, para mantenerse cuerdo
para que no se caiga el edificio tan frágil de los recuerdos.

Pero ya sin café ni té en la mesa, mientras nos abrimos de labios
tendríamos que dejarlo, nos quedaríamos sin tiempo en el plato.
Tu tendrás un trabajo genial al que volver, 
yo me conformaré con seguir escribiendo.
Y así nos despediremos, felices, sabiendo de la importancia del gesto,
sabiendo que hay alguien en el mundo
que ha invertido su manjar más valioso en un bonito café contigo. 

Tras pasar tantos años conviviendo con el tiempo
uno va aprendiendo, de este amigo traidor y cruel,
que no es el destino del hombre luchar con él hasta la muerte
sino intentar cada día montarlo, entender como cabalgarlo.
Y así poder ver que no importa el tiempo que se gaste
sino cómo y con quién lo estás gastando.

martes, 8 de abril de 2014

LO JODIDO ES QUE TODO VA GENIAL

Hay un momento en el que lo haces voluntariamente,
te das cuenta que las barreras te las pones queriendo,
que conviertes un no, en un gesto de libertad, de fuerza,
un momento en el que te paras y ves que sonríes sin querer
y ves que, en esta vorágine en la que el mundo te ahoga,
lo jodido es que todo va genial.

Te conviertes en el protector de un instante
rodeado por espinas de futuro y de pasado
te haces el valiente poniéndote frenos
en las gomas de un pijama.
Te da por ser el comandante de un buque pirata
sin naciones amigas, sin lugar para el descanso.

Aprendes a ser aquel maldito trovador que canta a un solo adiós
y te empiezas a deshacer, sin darte cuenta, de la coraza
esa con la que te protegiste de los dolores que ahora desaparecen.
Te forjas un ser con pasado de esos que no se recuerdan,
porque tienes futuro de sobra , piensas, para no vivir el presente.

Encuentras esa palabra perdida de la nostalgia,
esa que la gente se decía cuando no echaba de menos.
Olvidas el arrepentirte por un cálculo básico,
todo lo mal que lo hice, sumado a lo bueno, igual a genial.
Como si ya no variara la formula, como si no hubiese más papel
para dejarte claro que ese igual te puede dejar en cero.

Dejas ese mundo que siempre fue tu hogar incomodo
para posarte en uno de letreros con sentimientos
en el que la poesía ya no sangra más que los pucheros.
Te metes en aquel hogar en el que ya no se habla de los errantes.

Y pones toda la carne en un asador de muebles calientes
donde ya no se pasa frío ni se habla de como se hielan las noches
te duermes en unos laureles que siempre te quieren,
donde pierdes el miedo a decir que hoy se ha acabado,
donde te olvidas que lo genial es lo jodido.

Te extravías parando en la mente del cansado fugitivo
que gana con los poemas, de Neruda, de Salinas.
Te olvidas de que debes protegerte, como solías hacer,
de una cosa llamada finales,
que siempre se olvida en los principios.

miércoles, 26 de marzo de 2014

ESTA BELLA HIPOCRESÍA

Hoy el telediario no cierra, hoy hay exequias.
Un hombre al que todos habían matado, acaba de morir
y sus verdugos hacen que lloran con traje y corbata negra.
Hoy es una fiesta nacional, en esta bella hipocresía.

Hay una cola de pueblo que cubre 5 kilómetros y medio,
para entrar en aquel lugar donde está prohibido hacerlo
desde que unos cuantos asesinos decidieron que un papel 
les daba derecho a quedarse ahí solo por haberse inventado todo.
Hay una cola para despedir a ese hombre que luchó
por la gente que está fuera, mientras los de dentro, 
lo asesinaban por la espalda, en el lugar donde le rinden homenaje.

Tres calles más abajo hay adoquines arrancados de una noche
en la que la dignidad se palpó en mil pasos, 
una noche en la que unos perros vestidos de negro grisáceo caían
por hacer demasiado caso al amo de sus correas.
Una noche que empezaba con un coro de libertad 
apaleado por no querer aceptar que aquel hombre que agonizaba
se había equivocado, al decir que la democracia era de todos.

En las afueras de esa ciudad que nunca duerme,
por mucho que intenten dejarla en coma permanente,
un grupo de vecinos son tratados como terroristas,
por defender que una casa es algo más que un bien material,
por interponerse entre el hogar de un hombre y las fuerzas del capital.

Mientras todo esto ocurre, en el edificio acicalado para ser cementerio
las fuerzas muertas de un país que adolece de funerales 
esperan a que cada uno de sus contribuyentes pasen por delante
para terminar de meter la última puñalada final al muerto,
en escenificación de un "Requiem por un presidente español". 
Con lagrimas de cocodrilo esperan como cerdos 
al puchero de millones que de él se rifarán.
Por qué no empezar por 1 millón en caliente
para poner, al puerto por el que se exilian las mentes del futuro,
el nombre del difunto que se dejó su cabeza 
para que los buenos cerebros se pudieran quedar 
en un país sin frente.

Y lo peor es que la ciudad aun sigue contaminando, 
esperando el ahogamiento de una nación que se muere de amor
partiendo a gritos las raíces de un árbol que nunca dejaron crecer.
Lo peor es que aquel al que lloran los enemigos en un templo secuestrado
hubiera muerto de necesidad al ver que el pueblo es asesinado de avaricia.
Nadie hubiera imaginado que la hipocresía pudiese ser tan bella.


lunes, 17 de marzo de 2014

HAY MIL FORMAS DE SEGUIR VOLANDO

Que te parece si, entre estas nubes,
las que nos cubren cuando decidimos perdernos.
Que te parece si hacemos un trato,
pintado con maletas de mano, ojeras y poco sueño.

Aquí, a diez mil pies de alto, en el pájaro metálico,
donde los sueños están por encima de los duelos ahogados.
Aquí podemos negociar una paz de altura
en aires sin tierra, patria ni bandera,
aires que no son da nadie.

Mi propuesta iría encaminada a seguir guerreando,
tanto, que podamos patearnos el mundo a saltos,
que de odiarnos nos sobren las noches de descanso
que nos de por amarnos en las fronteras
entre ejércitos de souvenirs y una vida en fotografías.

A cambio puedes pedirme lo que quieras,
incluso con los oídos taponados y los asientos estrechados.
Pídeme que te guíe con los planos del fin del mundo
que me deje hacer todo lo que el cielo jamas ha volado.

Vamos a abrir las escotillas del muro del vacío
encontrar lo que la humanidad creó para quedarse escondido,
vamos a regalarnos, con los labios, horas de jet lag.
Porque hay mil formas de seguir volando,
pintemos detalles en el horizonte difuminado

lunes, 10 de marzo de 2014

ME DEJO LOS DEDOS AGOTADOS

No se si os pasa al resto,
pero a mi las pulsaciones que me marcan el teclado
son las del corazón, cuando amo lo que escribo.
Me he dado cuenta que cuando te tecleo
lo hago tan rápido que me dejo los dedos agotados.

Es raro que me cueste tanto dibujarte,
eso quiere decir algo, pon tu el adjetivo.
Ahora, tras tres meses de quererte en mi paraguas
he decidido que prefiero que te lo quedes
que ya no tengo miedo a eso de empaparme los huesos.

He llegado a un punto de mi puñetera frase
que ando buscando por las esquinas una coma con curvas
porque a tachones se me ha acabado el renglón enamorarte.
He dado tanto espacio a esos paréntesis que los hice tuyos
y ahora no hay Dios, ni humano,
que encuentre y cierre esos corchetes.
Has optado por llevarte los finales y desnudarme los principios.

Puta existencia la de lo que parece que nunca muere
como si nos sobraran los tiempos para no bailar en las calles.
Me has corrido tantas tintas que no hay quien se aclare
no tengo pluma para escribirte limpio entre borrones

Y sigo golpeando los dedos corazones
pero no cuando te pienso en lo que eres,
se me quedó dentro lo que fuiste.
Maldito el día en que, entre sonrisas, quise que te quedarás.
Y tu, sin querer decirme que no,
no pudiste decirme si.

lunes, 3 de marzo de 2014

EL ROCE DE TUS LABIOS

Aprendí a vivirte desnudo
sin ninguna protección, sin arma cortante,
a jugarme todo a tus dudas,a darme de palos.
Aprendí a ser ese gilipoyas ese
el que no se roza con tus labios.

Me vi encantado de darte mi vida, a precio 0
a 200 por hora, sin frenos con tus besos.
Y me dio por pensar, que quizá me querías,
por pensar que quizá no te reías
del pobre soñador que escribe en servilletas.

De lo gilipoyas que me volví,
hasta deje de llorar de por vida.
Dejé de sentir, de hacer, si no era contigo.
Por ti deje que la vida me desvirgara e culo
sin un solo gemido de dolor.

Por suerte deje de beber boca abajo
y dejaste de ser un plano contrapicado
para ser solo una resaca emocional.
Pasaste a ser un trago más de mis daños.

Aun se me resisten los domingos,
desde que te fuiste ya no salgo
Aun no he aprendido a volver al cine solo,
y menos a ir a ese teatro perfecto del centro.
Te has quedado ahí, entre el medio y el dolor
como las vivencias esas que te marcan de por vida
como eso que se convierte en destrozarnos.

martes, 25 de febrero de 2014

NO ME SOBRA LA POESÍA

Crees que no haces mal
cada vez que te marchas de mi cama
por donde nunca has venido.
Sonríes por no haber perdido,
y te pones la ropa que jamas te habías quitado.
Siempre has creído que me sobra la poesía.

De nuevo te disfruto por detrás, y así te dibujo,
nunca tuvimos huevos de mirarnos a los ojos.
Nos peleamos tanto que nos dolía el corazón de amarnos
sangrando a estrofas lo que no está versado.
Llegué a tener por antología un banco de poemas
y por bolígrafos el botiquín vacío de tu alma.

Pero tus contornos nunca se olvidan,
igual que no olvido la baldosa que no pisabas,
o el zig-zag de tu culo obligándote a no acercarte.
Siempre hiciste lo que te salió del alma
pensando que eras la única que, en esto, algo se dejaba.
A ti, las balas, te impregnaban de humo,
a mi, me manchaban las paginas.

Siempre creíste que por poesía no acabaría nada,
que comeríamos a base de jodernos la mente,
y ya me imaginaría yo la cama, con mis ganas. 
Pensabas que a los cojones no les ganaban las palabras.
Equivocada estabas suponiendo que por tetas
tenías ganada la guerra sin batalla.

Ahora te vuelves a no acostar en mi cama,
donde tampoco amaneces nunca.
Lo haces para simular(te) que no duermes sola
con la almohada.
Todo para no rozarte el sentido,
ese lugar donde yacieron muchos humanos
de placer,
y no conoce hombre alguno.

Nunca creíste que de pelear nos mataríamos
que pasaríamos de amor a dentadas
a desangrarnos por los labios.
Por egoísta nunca te diste ni un descanso,
no te permitiste no pensar en ti,
confiando en que, cuando a ti se te acabaran las fuerzas,
a mi me sobraría la poesía.

lunes, 17 de febrero de 2014

DIFERENCIA ENTRE TE QUIERO Y QUERO-TE

Aquí en Braga, se aprende a ser portugués.
No solo a poner cara, sino también a querer,
uno se da cuenta que su forma de amar es mejor,
que saben lo que se juegan.

Para ellos, el amor es una palabra,
-dos personas unidas por un guión-
que mentirosos somos en castellano,
usando primero la persona,
luego, ya, lo que venga.
Ellos hablan de primeras, dicen el verbo,
no se esconden, después, si eso, 
mencionan .
Unen, con ese guión invisible, su verbo al tuyo
y lo convierten en sentimiento.
Quero-te

Vaya diferencia con el "te" y lo que sigue,
nunca nos dejamos de mentir,
nunca nos enganchamos del todo.
Solo tengo que borrar por detrás,
puedo seguir nombrándote, mintiéndote, 
por delante.

En Portugal son más valientes,
más comprometidos con la palabra.

Es tan especial este idioma
que con el no (não) cambia la composición.
La persona aparece primero, 
el verbo ya se marcha, rompe el guión,
deja de ser importante.

Pero claro, en esto nadie se fija, 
nadie pone atención a las palabras
y menos a las que, a día de hoy,
no tienen ningún sentido.
No lo tienen en España, 
ni en Portugal.


domingo, 9 de febrero de 2014

PÓNMELO DIFÍCIL

Haz que me duela el alma de lucharte,
que me despeine hasta la sonrisa
de andar contra corriente.
Ponme la vida difícil destino,
que me sobran ganas para ganarte

Que la lucha sea encarnizada
y ahoguemos el vomito en las trincheras,
que las camas estén vacías,
los viajes sin acompañantes
y los poemas me sepan a derrota.
Haz que cada paso signifique una montaña,
que ser sensible sea sinónimo de ser fuerte.

Pégame en los costados los dolores,
hazme cargar con los pesos de no verte,
juega a no darme nada, a esconderme todo,
ponme a prueba cada mañana
que no pienso dejar de levantarme con el pie izquierdo.

Sácame los colores, oblígame a mentir.
Consigue callarme los labios, enfría el corazón,
que cada sueño tenga 14 pesadillas
que cada dos minutos, tres me cuesten la vida.

Para vivir despreocupado ya me quedará tiempo,
que el llanto no da miedo, que la lágrima sabe a salado,
que la soledad es un castigo solo para el que no la ha sufrido,
que la compañía, cinco de cada cuatro veces tiene fallos.

Juégame las veranos con ases en la manga
que a mi nada ni nadie me hunde los inviernos.

Que nadie me lea cuando escriba,
que no tenga suerte en nada.
Ciérrame las puertas de las redacciones,
que en las buenas siempre hay ventanas
y el periodismo se vive en las calles.

Seré un Quijote al modo sacrílego,
no tendré ni montura, ni armadura.
Dame poca vida en las esquinas,
que nadie me dedicó nunca la suya.

Pónmelo difícil destino,
que me sobran motivos para creer,
que puedo ganarte.

lunes, 3 de febrero de 2014

EL RASTRO DEL CORAZÓN

Te creaste en ese mundo de no permitirte,
en aquel solar donde los labios no cantan.
Aprendiste a ser la dureza de tu sangre,
pensando que el corazón asfixiado,
no dejaría rastro, rebelándose a la mente.

Te obligaste a no sentir,
clavando tu vida en una cárcel de mimbre.
Evitaste ser débil a costa de dejar de ser profunda.
El mundo hizo que las camisas fueran tu día
y tu interior solo saliese en pistas bien escondidas.

Amar fue tu mentira que todos esconden,
a una persona dura, no se le escapan los te quiero,
ni piensa en sueños cuando se calienta la cama.
Transformaste tus músculos en maquinas del sexo,
prometiste, a tus ojos, desear solo polos y náuticos,
nunca desear el horizonte.

Pero la vida que te propusiste necesita de ciencia,
de esa exactitud esbelta y griega,
que solo puede vivir si existe la certeza
de que la simpleza es tu mejor compañera.
La libertad se convirtió en aquello que solo pasa
cuando se rompe tu corsé anti-daños.

Pero tu corazón también late mientras muere
y sangra por las calles de las ciudades solteras.
Porque no hay mente más fuerte
que el amor a raudales,
porque no está permitido huir de la verdad.

Así dejaste señales en los atardeceres.
Un beso en vez de un polvo de buenas noches,
un hasta mañana en vez de un hasta siempre,
un te odio convertido en te quiero
para unos oídos valientes.

Intentaste poner freno a tu fuga latente
castigándote a sexo,
cada vez que tus tacones te pedían cariño,
estrellándote cuando la vida te pedía volar
muriendo de no verte, si el mundo te hacía sentir.
Decidiendo olvidar por todo el que te quería recordar.

Lo que no sabes es que subestimas a tu sangre.
Crees que tu crimen perfecto
cerró con tu no muerte.
Piensas que no queda rastro de tus miradas,
no te das cuenta que todo en la vida deja pistas.
Lo único que necesitas es querer encontrarlas,
querer descifrar, ante miradas verdaderas,
el secreto de sus ojos.

lunes, 27 de enero de 2014

LOS DOMINGOS ME SABEN A POEMAS

Mientras me sigas pensando a topetazos
seguiré creyendo que me sobran tus veranos
y hablaré de que los domingos no me cuestan
que para mi los de ahora saben a poemas.

El Sportify me recuerda que anoche
volví a escuchar a Marwan,
que ya ni las noches de fiesta me dejo.
La cama me huele a tabaco del barato
y la resaca de vodka malo
se disipa en el tren de tus pasos.

Pero aun, por enésimo domingo invernal,
sigo sin conseguir que sepas disfrutar.
No hablo de hacerte creer que disfrutas,
me refiero a hacerte disfrutar con las piernas cerradas.

Y aquí morimos por quinto domingo del año.
Sin más compañía que tus olores
y mis ganas de acabar por no creer en los inviernos,
pensando que ya no nos quedan fuerzas ni para matarnos.
Nos hemos colado en la tortura de lo necesario
no sabemos vivir juntos,
pero tampoco hacerlo separados.

Y es que los domingos me saben a poemas,
al poema que sabe a resaca y buena cara,
a hambre todo el día y ojos muertos.
Me saben a cantar goles y mirarte los pechos,
a verte desnuda en otros brazos
que tienen la fuerza del que no trasnocha.

Hay que joderse que a eso me sepan los domingos,
que no se me haga raro no pasarlos contigo,
pero a la vez me provoquen tanto.
Lo mejor (peor) es que acaban,
cuando se juntan con los lunes,
por ser el día perfecto para hacerte,
poesía.

lunes, 20 de enero de 2014

PENSÁBAMOS QUE EL LÍMITE ESTABA EN LA PUERTA

Nos hicimos a la idea del adiós anticipado,
cuando creíamos que había que obligarse a no jodernos
hablábamos de dejar de hablarnos, de olernos, de ponernos,
y es que pensábamos que el límite de todo estaba en la puerta.

Nos hicimos tan poco caso
que ni si quiera nos miramos.
Nos levantamos a cantarnos
los besos en la espalda
y acabamos, como siempre,
cantando las cuarenta.
Preferimos sufrírnos encima del colchón
que querernos debajo de las sabanas.
Nos odiamos por no saber
hacernos felices a los ojos.

Nunca se nos dio bien lo de valorarnos sin sexo,
siempre pensamos en nuestra cima por lo que hacíamos,
nunca por las barreras que nos obligamos a poner.
Seguimos aquella tradición de dormir juntos, no mezclados.

La puerta era nuestro único destino, la única salida.
Por dejar de creer, hasta nos quedamos sin ventanas,
la habitación se convirtió en una cama carnívora
con dos amapolas amarillas y una luciérnaga de noches.

Salimos de allí, no nos conocíamos lo suficiente,
nos obligamos a querer a quien nos quería,
a dejar de desear aquel riesgo de los malos.
Optamos ser felices por querer a alguien,
no querer a alguien porque nos hacía felices.

Acabamos amando el saber y no las ganas de aprender.
Nos fuimos por la puerta, con miedo a ser valientes
salimos de espalda a volvernos a ver.

Cerramos aquella última puerta del riesgo,
firmamos aquella última paz de dos puntos
nunca volveríamos a sufrir y a tener miedo
nunca volveríamos a ser de verdad.

lunes, 13 de enero de 2014

UN PROBLEMA LLAMADO DESEO

Las 5 a.m. y yo sigo sin sueño,
dos noches seguidas, y no duermo,
pensando, sin querer,
que quiero pensar queriendo.
Sabiendo, sin saber,
que contigo tengo un problema llamado deseo.

No es un problema cualquiera,
es una vieja y mortífera hidra
repetida en las cabezas de tu todo
y en las patas de mis restos.
Una hidra que a gritos nos devora.

Y vuelvo a abrir el bloc de notas
y te escribo por cuarta madrugada,
consecutiva.
-eso si, gracias a ti recuperé la poesía-
Te escribo a renglón cortado y letra de médico.
Como cuando lo hacía bien y llenaba la Moleskine

El pijama a rayas de otros besos
no vale para quitarme el frío de dentro.
A falta de ponernos a buscar soluciones
preferimos, idiotas, no sabernos.

Lleno página y tres cuartos
sin fecha incluida, ni nombre en el remite
esto no se envía a tu cuerpo.
Prefiero llevar en secreto, lo que quieren mis dientes.
Prefiero cargar solo con el hambre de joderte.

De escribirte un domingo pase, musa fatal,
a escribirte demasiado, desnudo,
como el ibuprofeno del desazón
escribo para acallar el fuego.

Sabiendo, sin saber, lo que tenemos,
queriendo, sin querer, querer saberlo,
hemos puesto delante el espejo de los gestos,
para acabar por alargar la red de energía
de aquel problema llamado deseo.

viernes, 10 de enero de 2014

YA NO PONEN CANCIONES LENTAS EN LA DISCOTECA

Los días caen del miedo a tener que decir me atrevo
mientras las noches, negras de fuego, se alzan, 
sabiendo que sin ver, todo es más fácil,
dejando a nuestros sentidos aislados en el no puedo
de este mundo encantado de no pensar, tanto,
que ya no ponen canciones lentas en la discoteca.

Aquí se hace todo a grito mudo de sentido,
a sueño pelado de sueños, cargado de pesadillas,
-llamamos pesadillas al pensar(te) sin poder ocultarlo-
Caemos descorchados en la extraña dualidad,
de necesitar la botella para sentirte útil,
pero creerte libre por haber salido volando.

Advertidos por los gemidos que escuchamos desde abajo,
nos tapamos por miedo a querer follarnos,
creyendo que a estas alturas del año, una erección,
puede significar más cosas que en verano.

Y seguimos anclados en los años de los baños
echar el pestillo y, ahí, sentirte seguro de que nada es nada,
hablando, con pared de por medio, de lo que es la puta poesía,
tocándonos pensando que el poema se hace en solitario.

Y las semanas pasan ganándonos los ojos,
teniendo miedo hasta de las minifaldas.
No aceptando que tienes un problema con los años
o, peor aun, que lo tienes con los daños.

Y llegas a la discoteca de los labios abiertos a gritos, 
señal de nunca escucharnos,
y entonces cerramos el telón de la escena
y nos quedamos callados, aceptando
que la imposibilidad es una palabra 
que merece la pena,
que deja más clara la situación.

Porque la improbabilidad es una cuestión de ovarios,
que necesita de ganas para entender,
que con una canción lenta, todos bailamos mejor.

martes, 7 de enero de 2014

SUPONGAMOS QUE ME HE MARCHADO

Piensa por uno de tus instantes,
pero piensa de verdad, no como de costumbre,
que la vida se ha vuelto loca
y me he marchado, con el traje de los viajes largos.

Supongamos que me he marchado,
y te das cuenta porque no he mirado atrás
cuando me calé el sombrero de los daños.
Solo me lo aprieto bien cuando estoy lejos de ti,
contigo los daños me pegan todos en la cara.

Entonces de repente he cogido un avión de Nunca Jamas
y me he ido a la tierra de los corsarios.
El único lugar del mundo donde no llega el whatsapp.
De repente he desaparecido de tu vida y te he dejado.

Imagina que después de tanto, tan poco me ha costado,
que todo el castillo de naipes de tus amores rutinarios
se destruye volando en uno de esos aviones de paso,
de los que venden colonia y son fríos como los años.
Imagina que toda la confianza en la seguridad del sistema
se te ha esfumado de un plumazo.

No seria bonito dejarte tan sola,
pero si necesario, para que nos entendamos,
para que redescubras el poder del llanto,
y de la distancia en el corazón.
Para que veas lo que te espera
y no esperes a lo que veas.

Por un momento, supongamos que vives,
y que te has dado cuenta que me he largado,
que no se ni cuando volveré, ni si me ha costado.
Supongamos que eres de esas que existen de verdad
y no vive en el mundo de aceptar lo que te han dictado.