martes, 4 de enero de 2011

BAREANDO

Un vaso vacío en la mano
y a pesar de que me duele
yo continuo las heridas me lamo.
Abro puertas, en alguna quizá me cuele

Y continuo versando labios caídos,
abandonados en un largo charco
Refloto mi posición, los besos te sigo robando.

La noche cierra y en el bar sigo solitario
a mi derecha el ron a mi izquierda el corazón.
Mi poesía sigue brotando en un viejo cuaderno
escribiendo elegías diosas de las que no aprendo

El amor no cabe en sus hojas
de calor cariño y felicidad.
Solo hay espacio para duras quejas
y utopías, poemas lejos de la verdad

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