Martillo de Thor, Menina de Velázquez
que guarda besos robados
de un poema de Machado.
Cantas al príncipe de cuento
y al vestido de princesa
con el que, hasta despierta sueñas.
Para ti el vivir es perder,
es droga, es llanto, es no ver.
Caminando a tientas sin parar
buscas encontrar ese Dios en el que creer,
que odie tu papa y a los 20 te quiera preñar
y, claro, a los 21 sin amor desposar.
Amas fantasear creyendo que no lo haces
con una vida de Disney,
en la que solo falte lo que no has querido.
Basada en olvidar la libertad
y dejar hacer a tu marido.
Un marido que pega y daña por cariño.
Llegar a vieja creyendo ser menina y martillo
y solo ser escombro y Magdalena de Salzillo.
Viendo, en tu lecho, que la vida no es lo que has vivido.
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