martes, 14 de mayo de 2013
Y SI TE APETECIERA RECORDAR
Tomando un café por ejemplo,
y si te apeteciera recordar,
y me preguntaras,
quizá te contaría una historia
o, si aun confiaras en mi,
recordarías un rato tan bonito
que empieza por un te acuerdas.
Te acuerdas cuando perdimos el tren
y sin buscar culpables caminamos
cogidos en la separación venerada
mientras el crepúsculo nos apuraba.
Recuerdas cuando perdíamos la voz
cantando goles rojiblancos hasta la madrugada
y con una cerveza nos imitábamos
limitando Tribunal a dos baldosas y un banco.
Y de cuando compartimos azotea y Canon
quemando las fotos -yo siempre creí
que era tu luz de la que la EOS 550 tenia celos-
Y cuando petábamos los bares
tu bailando, yo intentando no romper el suelo.
Las canciones que descubrimos,
si contamos los jueves, 214
y solo en dos nos quisimos besar.
Aprendimos a pasarlo tan bien separados
que no necesitamos juntarnos para disfrutar.
Los poemas que nos recitamos,
yo, en mi libro, te dedique y pico versos,
una canción no terminada,
en total más que besos en los labios.
Las veces que te serví de perchero
y tu a mi de modista, conjuntábamos.
Converse, camiseta, tu fular y mis vaqueros
tu de gafapasta, yo de aviador
tus labios rojos, mi barba.
Si te apeteciera recordar, recordarías
pues te contaría mil historias
para que las saboreases
y cuando no me pusieras pelo
te acordases de cuanto tenía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario